jueves, 16 de junio de 2016

NOTICIAS SEGUNDA QUINCENA DE JUNIO DE 1936

SESIÓN PARLAMENTARIA, 16 DE JUNIO DE 1936

El Sr. Calvo Sotelo tiene la palabra.

"Señores diputados, es ésta la cuarta vez que en el transcurso de tres meses me levanto a a hablar sobre el problema del orden público.
Lo hago sin fe y sin ilusión pero en aras de un deber espinoso, para cuyo cumplimiento me siento con autoridad reforzada al percibir de día en día como al propio tiempo que se agrava y extiende esa llaga viva que constituye el desorden público, arraigada en la entraña española, se extiende también el sector de la opinión nacional de que yo puedo considerarme aquí como vocero, a juzgar por las reiteradas expresiones de conformidad con que me honra una y otra vez. (...)
La vida de España no está aquí... (Un señor diputado: ¿Dónde está?) Está en la calle, está en el taller, está en todos los sitios donde se insulta, donde se veja, donde se mata, donde se escarnece; y el Parlamento´únicamente interesa cuando nosotros traemos la voz auténtica de la opinión. (...)
...Si lo hubiera, sería un loco, lo digo con toda claridad (rumores), aunque considero que también sería loco el militar que al frente de su destino no estuviera dispuesto a sublevarse en favor de España y en contra de la anarquía..."  


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El Sr. Casares Quiroga, presidente del Consejo de Ministros, tiene la palabra.

"¿Qué España no nos va a creer? ¿Cuál España? ¿La vuestra, ya que, por lo visto estamos dividiendo a España en dos? ¿Qué España no nos va a creer' Sr. Gil Robles y Sr. Calvo Sotelo, no quiero incurrir en palabras excesivas, a los hechos me remito. Ya veremos si España nos cree o no" (prolongados aplausos de la mayoría)


La Sra. Ibárruri tiene la palabra.

"Conclusiones a que yo llego: para evitar las perturbaciones, para evitar el estado de desasosiego que existe en España, no solamente hay que hacer responsable de lo que pueda ocurrir a un Sr. Calvo Sotelo cualquiera, sino que hay que comenzar por encarcelar a los patrones que se niega a aceptar los laudos del Gobierno.
Hay que comenzar por encarcelar a los terratenientes; hay que encarcelar a los que con cinismo sin igual, llenos de sangre de la represión de octubre. vienen aquí a exigir responsabilidades por lo que no se ha hecho. Y cuando se comience por hacer esta obra de justicia, Sr. Casares Quiroga, Sres ministros, no habrá Gobierno que cuente con un apoyo más firme, más fuerte que el vuestro, porque las masas populares de España se levantarán, repito, como en el 16 de febrero, y aún, quizá, para ir más allá, contra todas esas fuerzas que, por decoro, nosotros no deberíamos tolerar que se sentaran allí."     

El Sol, 17 de junio de 1936. p. 1.

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